domingo, 19 de mayo de 2013

Predicar Valores y Olvidarnos del Ejemplo

Las antiguas casas de los maestros agonizan al lado de los colegios. ¿Cuando empezó el declive de estos edificios tan admirados en otra época?, ¿qué supuso para unos estudiantes a quienes se pretendía educar en valores?, ¿qué valor implícito enseñó el ejemplo de ver cómo estos edificios eran abandonados a la mano del tiempo?.

Esta sociedad nuestra, de la que somos todos responsables, se ha esforzado en educar, y en valores, desde el conocimiento, no tanto desde la conducta y el comportamiento.

Educar para que otros aprendan requiere educar desde el ejemplo, supone comportarse de acuerdo con lo que se pretende mostrar como correcto.

Conservar es un valor que se ha pretendido fomentar no sabiamente, porque de una manera implícita se ha estado dando el ejemplo de su contrario.




El valor de conservar proporciona la  voluntad de proteger, la disposición de mantener, la necesidad de salvaguardar, la responsabilidad de custodiar..... y aumenta la sensibilidad hacia los objetos, y por extensión la sensibilidad hacia las personas que poseen esos objetos. Transciende el ámbito personal fomentando el respeto hacia las personas.

Los valores en educación van en consonancia con los que informan los sistemas políticos, sociales y económicos de una sociedad, es la educación de la ciudadanía.

¿Que valor ha informado un sistema político que ha hecho proliferar la construcción de nuevos edificios dejando morir los antiguos?, ¿que valor ha informado al mismo sistema en su decisión de no conservar estos edificios?.

Seamos conscientes del gasto que supone su mantenimiento, también seamos conscientes de que las decisiones dan ejemplo, educan en valores, y en ocasiones no son los que  queremos fomentar.

La ciudadanía aprende con el ejemplo. "Educar en el ejemplo no es una manera de educar, es la única" (Albert Einstein).

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