Ha sido un sábado realmente interesante, un paseo en quad por el Sueve en pleno mes de verano aprovechando que "nos dejan" acercarnos a este paraje tan excepcional donde te encuentras a caballo entre Piloña, Colunga y Caravia, en la majada de Espineres (curioso árbol, parece un arbusto y sin embargo, no, no les).
Se oye mucho lo de "tener un pueblo", parece que esta de moda, pues deciros que la gente con la que conviví esas horas son ante todo "pueblo".
Una fiesta muy de ellos, así mostraron vivirla. Pude contemplar frente a la rudeza de su carácter como "cuidaban" de sus/nuestros asturcones increpando a cualquiera que durante los intentos de doma se saliera del "reglamento".
Me gustaría comentar algo que percibí. Gente muy humilde, sencilla, torpe en las expresiones y sin embargo muy llena de emociones, gente que sobre todo merecen una oportunidad, y es justamente esto lo que me lleva a referirme a ellos en el post de este mes.
Durante el acto institucional de ACAS pudimos escuchar a oradores (os remito el enlace por si os interesa) que fueron perdiendo la atención de la audiencia según el discurso iba perdiendo matices populistas para el caso de los asistentes de avanzada edad, o aspectos prácticos para el caso de los asistentes más jóvenes. Señores, el discurso de la queja y el discurso del pasado no construye. En una zona castigada por la despoblación donde hay la posibilidad de convocar a "gente joven" que ha de sacar esa zona adelante junto con sus propias vidas, ¿no merecen abrirles una ventana a la esperanza?, ¿hacerles reflexionar o darles algún recurso con el que poder si quiera compararse, hacer surgir una idea, tener un referente con el que innovar, mejorar?, y ¿como se podría haber hecho esto?, ¿como se puede sembrar algo de esperanza en estas zonas que les sirva?.
Fue un aprendizaje, estar allí, escuchar aquellos discursos, e ir reflejando comportamientos, comentarios, y actitudes para acabar preguntándome, ¿como podía haber sido de otra manera que os hubiera servido a vosotros?, y ¿qué pasaría si os movilizáis para aprovechar esa inversión que supone esa fiesta para dinamizar la zona, algo más que simplemente hacer de ese día una fiesta?.
Hoy considero una responsabilidad para con la audiencia hacerse estas preguntas a la hora de preparar un discurso, y no solamente para un orador, sino para cualquiera de nosotros que entablemos una conversación, de otro modo, ¿para qué sirven las conversaciones que tengo?, y sobre todo ¿a quién le sirven y en qué?.